El pasado fin de semana se celebró la Feria de Santiago en Fuente del Maestre con mucho éxito. Algo que no resulta extraño tras una pandemia pero además, y aunque si por un lado es cierto que hay fontaneses que se van de vacaciones estos días, también hay que destacar que hay muchos otros (junto a los que vienen de fuera) que se quedan para disfrutar de unas noches de verbena y convivencia festiva muy gratas, divertidas y hospitalarias.
Y es que Santiago, que en otros tiempos era tan importante como las Fiestas Patronales del Cristo, continúa con un público fiel al que les gusta disfrutar de estos tradicionales días festivos; en el que no han faltado las atracciones, los puestos ambulantes fieles cada año a la cita, las terrazas abarrotadas y la nota musical que han puesto las orquestas Explosión, Musical Resaca y Acrópolis.
En definitiva, una fiesta que se ha disfrutado mucho en la localidad fontanesa.
Pero, dejando a un lado la parte lúdica, tampoco podía faltar la ya tradicional misa extremeña que se celebra cada año en la ermita de Santiago y que, desde hace 10 años aproximadamente, canta Vive lo Nuestro.
Este año, se decidió celebrarla al aire libre, en el exterior de una ermita con mucha historia, en un enclave diferente y especial.
Vive Lo Nuestro estuvo impecable. Y el sacerdote que la ofició José Antonio Sequeda trazó en su homilía el perfil histórico o terrenal del apóstol, y apeló a la unidad de todos los ciudadanos en el día del patrón de España: “Unidad y fraternidad entre todos los españoles, también para acoger a los que vienen de fuera a buscar una vida digna, y que por encima de todo se respeten los derechos humanos”.