Dos noches enteras, 36 horas y 32 minutos seguidos, estuvo Miguel Ángel Espino corriendo por la montaña para completar la desafiante Ultra Trail del Mont Blanc (UTMB). Un total de 170 kilómetros que describe como la carrera más dura de su vida, que consiguió superar a pesar de las piedras en el camino, literalmente, que le hicieron caerse varias veces.

El corredor villafranqués ha comparecido este martes para contar su experiencia. Junto a él Martín Martinez, vicepresidente del Capex, ha querido reconocer en nombre del club el mérito “de este gran deportista, como uno de los máximos exponentes de la sección de Trail y un ejemplo para todos”.

Espino ha cumplido con 40 años el objetivo que se marcó en 2019 y para el que lleva preparándose muchos años, ya que la UTMB es la cumbre de todas las carreras de montaña. Una carrera legendaria que abarca 170 km y un asombroso desnivel positivo de 10.000 metros, llevando a los participantes a través de las montañas de Francia, Italia y Suiza.

“Es la prueba más difícil a la que me he enfrentado, son unas alturas que aquí no las tenemos. Yo entreno en la sierra de Hornachos”, señala Espino. “El montaje y el nivel de participación de esta carrera es increíble”, añade. Concretamente había 3.000 personas inscritas, de las que 1.000 no llegaron a completar la carrera.

El deportista tardó 48 horas en recomponerse fisicamente y todavía tiene algunas secuelas de la carrera, tras la que ha perdido 6 kilos, pero ya tiene en mente sus próximos objetivos. Marcándose a largo plazo, en 3 o 4 años, hacer la conocida como ‘Carrera de los Gigantes’, que tiene el doble de distancia que esta. “Más que una carrera, es una aventura”, ha explicado.

Espino ha querido agradecer el apoyo de su familia, sin el cual sería imposible conseguir llegar a ninguna meta. Para este tipo de desafíos la preparación es tanto física como mental y el villafranqués se siente fuerte para afrontar los siguientes.