La asociación 8M denuncia que Almendralejo es un “punto caliente de trata y explotación sexual de mujeres y niñas en Extremadura”

Con motivo del Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños, han salido a la calle para realizar una pegada de carteles donde denuncian que “pagar por sexo es financiar la esclavitud” y señalan que Almendralejo es “ciudad de puteros”

La asociación 8M de Almendralejo ha salido a la calle con motivo del Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños, para llevar a cabo un acción de pegada de carteles donde señalan a la capital de Tierra de Barros como un “punto caliente de trata y explotación sexual de mujeres y niñas en Extremadura”.

Con mensajes como “pagar por sexo es financiar la esclavitud”, “hoy la secuestran mañana pagas por violarla” o “Almendralejo ciudad de puteros”, quieren mandar un mensaje contra la prostitución, ya que aseguran que “a día de hoy, creemos que todavía hay 19 pisos donde se ejerce violencia sexual contra las mujeres en nuestra localidad. A pesar de que haya disminuido el número con respecto al año pasado, sospechamos que se está gestionando la apertura de algunos más”.

Este movimiento feminista recuerda que “el pasado 21 de julio, se detuvo a un joven de esta localidad acusado de explotación sexual de mujeres a las que captaba en sus países de origen y una vez aquí, en Almendralejo, las obligaba a prostituirse en unas condiciones deplorables, bajo coacciones y maltrato continuado”.

Desde la asociación consideran que “la prostitución también es violencia contra las mujeres: un hombre paga por violar a una mujer. Un intercambio de dinero no elimina la violencia que se ejerce, no la borra ni la esconde. El cuerpo de una mujer se convierte en mercancía para cumplir los deseos sexuales de los hombres. Nadie piensa en las repercusiones físicas y psicológicas de la víctima, haya o no haya consentido”.

Esta acción, a través de frases “incómodas”, busca “hacer reflexionar, pueden calar hondo y pueden, en definitiva, ayudar”. “Estuvimos pegando carteles en el centro de la ciudad un viernes noche. Había mucha gente, aunque sólo nos pararon en dos ocasiones: un niño nos preguntaba el porqué del uso de la palabra “sexo” y una niña nos agradeció que estuviéramos pegando esos carteles. No creemos que duren mucho, pero nos gusta ser optimistas: quien los quita es porque le ofende, y si le ofende es porque los ha leído. El conflicto es un motor de cambio”, cuentan.

Cultura de la violación

“La explotación sexual es lo visible del iceberg, pero por debajo, se esconde la cultura de la violación. Se empieza desnudando el cuerpo de las compañeras de instituto con una aplicación en el teléfono móvil en plan “broma” y se termina viajando a Colombia para comprar mujeres y explotarlas sexualmente. Esto pasa en Almendralejo. Extrapolemos al resto del país, porque desgraciadamente es más común de lo que pensamos”, añaden.

Por ello, una de las mayores reivindicaciones es la “la educación afectivo-sexual, necesaria para nuestras niñas, niños y jóvenes, pero la educación feminista lo es para toda la población, porque nos da las herramientas a seguir en casos de una violencia que apenas detectamos. Son las actitudes “aparentemente inofensivas” blanqueadas por la sociedad en su conjunto las que llevan a un hombre poder explotar sexualmente a una mujer. Es cultura. Estamos hartas”.

84 asesinatos machistas

Por último, desde 8M aseguran que seguirán luchando por todas las mujeres, “porque ya son 84 las mujeres asesinadas por hombres, fruto de la violencia machista en lo que va de 2023, no solo por sus parejas o exparejas, según feminicidios.net de esta cifra, tres eran mujeres prostituidas: Yess María Pérez Quejada de 50 años, asesinada el 5 de enero por un hombre con el que no tenía relación previa y quien, según él mismo, habría contratado “sus servicios”. Yess María recibió varios impactos sobre su cuerpo, de manera violenta; el asesino la asfixió en la bañera. El 12 de marzo fue asesinada Tatiana Coinac, de 44 años, tras ser agredida sexualmente y sufrir una brutal paliza antes de morir. Tenía siete costillas rotas y un fuerte golpe en la nuca; su cuerpo apareció también en la bañera. El 27 de agosto apareció el cuerpo de Buran Forouzan, 64 años, llevaba más de un mes desaparecida. El cuerpo se encontraba descuartizado y oculto entre escombros en el fondo de un pozo. El detenido es un hombre de unos setenta años con antecedentes por hechos similares, por los que ya cumplió 15 años de prisión. Creemos que esto demuestra que la acción punitiva no tiene por qué ser la única solución a los problemas. Nosotras pensamos que los avances se logran con protestas, concienciación y pedagogía feminista. Y eso seguiremos haciendo”.

 

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