Lidl sigue dando que hablar por las malas condiciones en las que mantiene a los animales de granja
La organización Equalia, que no tiene ánimo de lucro y trabaja con el fin de mejorar la manera en la que viven los animales destinados a consumo humano, sigue con sus investigaciones a los proveedores del supermercado alemán Lidl.
Llevan ya años en las granjas de pollos que surten de carne a este supermercado, y en esta ocasión se han centrado en macrogranjas del noroeste de Alemania, a las cuales han denunciado por un presunto delito de maltrato animal.
Tienen imágenes del maltrato al que se somete a los pollos
A lo largo de 2022 y 2023, esta ONG ha llevado a cabo una investigación en dos explotaciones. En concreto, se han centrado en una granja del municipio de Löningen y en otra situada en el pueblo de Stadtlohn.
En la primera, los miembros de Equalia constataron cómo los pollos con pocos días de vida se tiraban al suelo, provocándoles roturas de huesos. Por eso, se ven pollos con deformidades y que ni podían caminar. Por si eso fuera poco, dentro de la granja había muchos animales muertos y en descomposición, conviviendo con los vivos.
Si nos vamos a la segunda granja, aquí se ve cómo los operarios cargan a las aves que van al matadero a patadas, además de lanzarlas por el aire.
Equalia pide a Lidl que haga cambios inmediatos en su cadena de suministro
Esta ONG lleva años pidiendo a Lidl que se adhiera al Compromiso Europeo del Pollo, como ya han hecho otros grandes supermercados. Algunos tan conocidos como Aldi, Alcampo, Eroski o el Corte Inglés hace tiempo que lo firmaron.
Con este compromiso, se pretende introducir una serie de regulaciones que reduzcan el sufrimiento de los pollos en las granjas y en los mataderos, con medidas como el cambio a razas de crecimiento lento o una menor densidad de animales por metro cuadrado.
La cría de macropollos supone un riesgo para la seguridad alimentaria
Dentro de las granjas de Lidl, se crían pollos de la raza broiler, con un crecimiento muy rápido. Esto puede suponer un riesgo para la salud, tal y como ha demostrado un estudio encargado por la Albert Schweitzer Foundation. En él, se descubrió que el 71 % de las muestras de carne, pertenecientes a pollos de la marca Lidl, estaban contaminadas por bacterias que eran resistentes a los antibióticos.
Para hacer el estudio, se compraron 51 productos en los supermercados de Lidl en Alemania y se respetó la cadena de frío, por lo que las conclusiones son fiables y nos deberían hacer pensar en qué es lo que estamos comprando.
Estas bacterias son un riesgo enorme para las personas. Pueden propagarse mediante los sistemas de ventilación y las aguas residuales, convirtiéndose en un problema al no responder de ningún modo a los antibióticos que estamos usando ahora. Así, la mejor manera que tenemos los consumidores de presionar a Lidl es dejar de comprar su pollo, optando por supermercados que sí que respetan a este animal.